domingo, 30 de octubre de 2011

Génesis de una nueva clase “política” en Tamaulipas.


Fue el político y senador italiano Gaetano Mosca, quien de manera muy atinada acuñó el calificativo ‘clase política’ a esa minoría que gobierna a la mayoría.

También afirma que la élite es una clase social política organizada, que la hace destacar de las masas.

El concepto  'clase política', nos indica que aunque cambie el sistema político, la élite dominante sigue existiendo.

En nuestro amado Tamaulipas sucedió algo sin precedentes.

Sucedió al revés. No cambió el sistema político, pero si se está dando el fenómeno de cambio en la clase política.

En Tamaulipas se asoma una nueva disciplina en la cual el concepto de élite política o de clase política va a ser, con atino o sin atino, totalmente renovada. Es preciso, por tanto, comenzar haciendo una referencia hacia el estudio de los fenómenos políticos en nuestro estado.

Voy a ser breve en análisis de la clase política tamaulipeca.  Con Carlos Salinas de Gortari como presidente de la república, llega al poder como gobernador de Tamaulipas, Manuel Cavazos Lerma y de este se desprende un grupo de funcionarios jóvenes y visionarios de donde emerge con fuerza la figura del, les guste o no, talentoso Tomas Yarrington Rubalcaba y después fue secundada en cierta parte por la administración de Eugenio Hernández


Vea usted, ¿recuerdan ustedes a Esteban González?, quien también estuvo en el equipo de Eugenio Hernández Flores como responsable de la oficina del gobierno del Estado en la Ciudad de México.

Mario Zolezzi García, uno que también se sumó al equipo geñista en la Secretaría de Administración. Pero no duro, porque por salud política se debían hacer cambios.

Homar Zamorano Ayala, Javier Villarreal quien con Yarrington estuvo en la Secretaría de Finanzas todo el sexenio, Villarreal logró colocar a su hijo del mismo nombre como secretario de Turismo en la administración geñista, hoy, no se ve por ningún lado.

Alfredo Sandoval era apodado “el doctor NO”

Eduardo García Puebla ,fue coordinador de Asesores y el cerebro de muchas acciones y estrategias efectivas que se tomaron por parte del gobierno de Yarrington,
Homero Díaz fue secretario general de Gobierno, fue aspirante a la candidatura priista a la gubernatura frente al de las sonrisa que nos costo 12 mil millones de pesos, Eugenio Hernández Flores.

Max Castillo, Eduardo Garza Rivas,

Óscar Luebbert Gutiérrez fue secretario de Desarrollo Social. Posteriormente, ganó la senaduría y concluyó su función. Fue nuevamente alcalde y hoy día se encuentra casi prófugo.

Ramón Durón, de secretario particular de Tomás, pasó a procurador. Ahora no tiene ningún cargo.

Manuel Montiel Govea, Miguel de la Rosa Medrano, etc.
Los que le saben y están en la escena, aunque no se sabe por cuanto tiempo más en la escena política son:


El doctor Felipe Garza Narváez, Jorge Reyes Moreno, Enrique Cárdenas del Avellano, Antonio Martínez Torres, aunque desde México D.F; la ex procuradora y ex líder del congreso en Tamaulipas Mercedes del Carmen Guillén Vicente.

Jesús Alejandro Ostos García, ex secretario de Desarrollo Social, cumple esta misma función gracias a la salida de Dinorah Guerra y se dice que es diestro en la cuestión de programas sociales, lo que no se sabe es si vaya a ser ponderado por esta administración.


Eugenio Hernández Flores llegó con la intención de cambiar completamente la forma y la fisonomía política de la entidad, el detalle es que al poco tiempo comprendió, que al gobernar un  estado se deben de tomar en cuenta las cuotas políticas que corresponden a cada grupo de ex gobernadores y figuras representativas para cohesionar fuerzas.


En Tamaulipas Eugenio Hernández Flores, para muchos, es el equivalente en ciertos aspectos de Carlos Salinas de Gortari, y, decimos en ciertos aspectos, porque la visión política y estadista del hábil chaparrito se cocina aparte. Es decir, Carlos Salinas es un especialista en asuntos políticos y de Estado.

Tan es así que, sabedor de que aún persiste esta mala imagen en el llamado gobierno neoliberal y que cualquier nexo con Salinas es considerado por la opinión pública como un gran pecado político, por eso los actuales políticos mexicanos incluso dentro del mismo PRI buscan cortar cualquier nexo con este personaje de quien además se dice que ha sido él mismo quien ha recomendado al equipo de asesores de Enrique Peña Nieto, discreción con respecto a su cercanía con el virtual candidato del PRI ala presidencia de la república. Pero esa es otra historia que tocaremos en próximas participaciones.


A lo que me refiero es que, la historia política de México nos ha enseñado a observar, comparar y finalmente a calificar

Sin embargo, la verdadera importancia de la clase política estriba, a nuestro entender, en el empeño que pusieron sus principales representantes en sentar las bases de una nueva forma de entender las ciencias sociales en general y, muy en concreto, la ciencia de la política.

Con el asesinato de Rodolfo Torre Cantú, la secuencia y la continuidad de la clase política tamaulipeca se han roto. Se ha interrumpido su continuidad.

Pero no es cualquier interrupción, pues se dio en hechos sumamente violentos.

Hoy el gobierno de Egidio Torre Cantú se da de manera fortuita. Casual, accidental, imprevista, involuntaria, súbita.

Hoy el gobierno de Egidio Torre Cantú se da en condiciones totalmente diferentes.

En unas condiciones en las cuales los tamaulipecos tenemos que aguantar callados y agobiados ante una crisis de recursos económicos del erario, ante una crisis de inseguridad.

Una crisis política.

Ante el génesis de una nueva clase “política” en Tamaulipas.


Muchas gracias y hasta pronto… 

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