El
país vive un estado de degradación progresiva.
Lo
dicen los ciudadanos, lo dice la empresa y la clase gobernante.
Esto
es algo que no se puede ocultar porque es evidente.
Esto
también lo dicen la mayoría de los aspirantes a gobernar la nación y, lo dicen
muy bien.
Es
por eso que en estos nuevos tiempos políticos, impera la necesidad desde ¡ya!,
de hacer propuestas e instrumentar programas elocuentes, convincentes, pero
sobre todo factibles.
No
promesas y sueños que, sin acción; son solo eso: Promesas y sueños.
Vea
usted, observe específicamente el PRI de Tamaulipas.
Da
la impresión que se quedó en el patín de “La Carabina de Ambrosio y los
suéteres de Cesar Costa”, cuando actualmente su estrella principal, Enrique
Peña Nieto-una estrella más del canal de las estrellas-trata de posicionar su
sello a través de una especie de-en términos actuales- Political-Branding
Una
cosa si es segura y, no pocos conocedores, eminencias que conocen al dedillo
los menesteres de espionaje-operación e inteligencia política lo pronostican: A
como va el reloj de los tiempos políticos en el estado de Tamaulipas, el
análisis no es muy favorable.
En
una reciente encuesta de “El Universal” a nivel nacional, Tamaulipas se ubica
en un nada decoroso antepenúltimo lugar-relativamente- con respecto a las
preferencias hacia el candidato puntero del PRI a la presidencia, Enrique Peña
Nieto.
Los
números son fríos; los programas sociales por parte del gobierno estatal
prácticamente están apenas arrancando y,
como lo hemos puntualizado en participaciones anteriores: La ciudadanía
en Tamaulipas ha demostrado grandes avances en cultura político-electoral y,
dentro de tal contexto seguramente le cobrará al PRI la factura en las próximas
elecciones en el estado. Los focos rojos se han encendido.
Y por otro lado.
¿Quién
de las opciones será en verdad la solución?, ¿quién representará el verdadero
cambio de fondo para frenar esta decadencia. Será Enrique Peña Nieto, será Beltrones,
Cordero, Creel, Josefina? o ¿en verdad
será AMLO?
Quien quiera que sea, lo cierto es que tienen
todavía más de siete meses para seducir, conquistar, reconquistar al electorado,
o si usted prefiere referirse a ello en los términos del filosofo griego
Aristóteles: Más de siete meses para convencer al electorado de que, “no hace
falta un gobierno perfecto; solamente se necesita uno que sea práctico”.
Si las elecciones fueran el día de hoy, el PAN
de Felipe Calderón tendría que apoyar a uno, al ideal para con sus intereses.
Se aprecia que si las cosas para el PAN siguen
como hasta hoy, Felipe Calderón tendrá que optar como en su momento optó
Salinas de Gortari en su tiempo en donde las circunstancias lo llevaron a
concertacesionar.
Ahí
es donde estaría el detalle, el gane para cualquiera de los dos candidatos
punteros: AMLO o Peña Nieto. Pues seria la clave para descifrar hacia dónde
está el apoyo y complicidad de las Instituciones y de Washington.
Y
ya para irnos a chambiar... Porque para
su servidor, esto es solo un Hobbie…
Que
chulada de tramposo resultó Humberto Moreira.
Fíjese usted que el “astuto líder”-por no utilizar algún otro término-,
modificó y eliminó en la base catorce de la convocatoria, a solo 30 minutos de
que cerrará el tiempo limite del plazo para hacerlo, la obligación de
servidores públicos y lideres de sectores priistas, organizaciones nacionales y
adherentes los cuales representan en algún momento determinado la famosa
“cargada” de mantener la imparcialidad del proceso interno para la selección
del candidato presidencial.
Moreira
es capaz de hacer esto y mucho más, tal y como lo hizo en Coahuila, donde desapareció
como el mismísimo Master Illusionist, David Copperfield la estatua de la
libertad en Manhattan, la gran cantidad de 32 mil millones de pesos.
Imagine
usted, estimado lector, de lo qué será capaz de hacer el día de la elección.
Y
más allá, lo qué será capaz de hacer si llega a ocupar alguna secretaría de
estado como, Hacienda, Educación, Gobernación o alguna otra no menos relevante.
Que
Dios nos agarre confesados…
Muchas
gracias y hasta pronto…
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