El
uso y abuso de los recursos públicos en la presidencia de la república es algo
que ha resultado evidente para la
mayoría de los mexicanos, sobre todo en los últimos sexenios debido a la
apertura de la comunicación a través de los avances en la tecnología .
Andrés
Manuel López Obrador, con su discurso mesiánico y lleno de “sangrita” dirigido específicamente
a un pueblo castigado por los abusos del poder en todos sus niveles, es
pegador, es matador.
No
así para los ciudadanos pensantes.
Necesitamos
pasar de una realidad política, en donde el dinero público se maneja como si perteneciera
a quien ejerce el poder y el gasto, a una en donde se conciba que ese dinero
pertenece a los ciudadanos, al erario a la nación y para sus habitantes.
¿Quiénes
saben cómo se gasta y se le rinden cuentas sobre la eficacia en el uso de
estos
recursos?. Sabemos hasta donde nos lo permiten.
Es
decir, tenemos que construir un nuevo equilibrio en el que cada peso público
gastado tenga una justificación en términos de los bienes que el la nación, el
estado, el municipio entre otras muchas dependencias y órganos gubernamentales
los cuales deben de generarlo en favor de la ciudadanía y hacerlo de la forma
más eficaz y austera posible es indispensable.
Por
eso el cuento de AMLO en el sentido que va a repartir los tres millones de
millones setecientos mil millones de pesos del presupuesto federal en cheques
de 11mil pesos por familia, según sus cuentas, para la gente pensante es una
vacilada
Entre
otras propuestas, dice que va ser un presidente itinerante con la apertura de
oficinas de la presidencia en cada ciudad del país.
Imagine
usted el gasto corriente de cada una de ellas (en la eventualidad de que AMLO
gane la elección), la Presidencia de la República
en varias ocasiones ha sobregirado su gasto aprobado por el Congreso de la
Unión y ejerció discrecionalmente más de 450 millones de pesos en una partida
que denominó “Otras Prestaciones” para sus empleados, esta por cantidades que
rebasan 200 millones de pesos. Esto sin
contemplar los gastos que representan sus giras y extraordinarios que serían
muchos cientos de millones más en el año.
Algunos candidatos deberían de ser más responsables y sinceros
en sus promesas de campaña ¿no cree usted?
Aunque para nadie es un secreto que los
recursos públicos son utilizados discrecional e irresponsablemente para generar
redes clientelares, hacer favores a los parientes y amigos o para eludir
decisiones políticamente complicadas.
En
todas las áreas del sector público y en todos los niveles de gobierno se
observan gastos injustificados y excesos inexplicables.
¿En
una eventualidad irá a estar AMLO exento de esto? ¿ira a ser honesto u
honestillo? Esa es una buena pregunta.
Magda
Peraza dice que la presionan de Cd. Victoria.
Ya
ni la amuela la presidenta municipal de Tampico.
Según
fuentes y comentarios allá en el puerto jaibo ha corrido la especie de que la
señorita presidente municipal se queja y justifica ante neo panistas comandados
por Daniel Heredia niño y Luicirene Alzaga que las declaraciones que favorecen a el candidato del PRI Enrique
Peña Nieto se deben a las presiones de la capital del estado sin especificar
exactamente quién, pero aludiendo al del tercer piso del palacio de gobierno
del estado.
Definitivamente,
algunos políticos hasta la pena pierden, inclusive, hasta a las mentiras llegan
¿no cree usted?
Muchas
gracias y hasta pronto…
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