lunes, 25 de junio de 2012

"Sangrita"


El uso y abuso de los recursos públicos en la presidencia de la república es algo que ha resultado  evidente para la mayoría de los mexicanos, sobre todo en los últimos sexenios debido a la apertura de la comunicación a través de los avances en la tecnología .

Andrés Manuel López Obrador, con su discurso mesiánico y lleno de “sangrita” dirigido específicamente a un pueblo castigado por los abusos del poder en todos sus niveles, es pegador, es matador.

No así para los ciudadanos pensantes.

Necesitamos pasar de una realidad política, en donde el dinero público se maneja como si perteneciera a quien ejerce el poder y el gasto, a una en donde se conciba que ese dinero pertenece a los ciudadanos, al erario a la nación y para sus habitantes.

¿Quiénes saben cómo se gasta y se le rinden cuentas sobre la eficacia en el uso de
estos recursos?. Sabemos hasta donde nos lo permiten.

Es decir, tenemos que construir un nuevo equilibrio en el que cada peso público gastado tenga una justificación en términos de los bienes que el la nación, el estado, el municipio entre otras muchas dependencias y órganos gubernamentales los cuales deben de generarlo en favor de la ciudadanía y hacerlo de la forma más eficaz y austera posible es indispensable.

Por eso el cuento de AMLO en el sentido que va a repartir los tres millones de millones setecientos mil millones de pesos del presupuesto federal en cheques de 11mil pesos por familia, según sus cuentas, para la gente pensante es una vacilada

Entre otras propuestas, dice que va ser un presidente itinerante con la apertura de oficinas de la presidencia en cada ciudad del país.

Imagine usted el gasto corriente de cada una de ellas (en la eventualidad de que AMLO gane la elección), la Presidencia de la República en varias ocasiones ha sobregirado su gasto aprobado por el Congreso de la Unión y ejerció discrecionalmente más de 450 millones de pesos en una partida que denominó “Otras Prestaciones” para sus empleados, esta por cantidades que rebasan 200 millones de pesos. Esto sin contemplar los gastos que representan sus giras y extraordinarios que serían muchos cientos de millones más en el año.

Algunos candidatos deberían de ser más responsables y sinceros en sus promesas de campaña ¿no cree usted?

 Aunque para nadie es un secreto que los recursos públicos son utilizados discrecional e irresponsablemente para generar redes clientelares, hacer favores a los parientes y amigos o para eludir decisiones políticamente complicadas.

En todas las áreas del sector público y en todos los niveles de gobierno se observan gastos injustificados y excesos inexplicables.

¿En una eventualidad irá a estar AMLO exento de esto? ¿ira a ser honesto u honestillo? Esa es una buena pregunta.


Magda Peraza  dice que la presionan de Cd. Victoria.


Ya ni la amuela la presidenta municipal de Tampico.

Según fuentes y comentarios allá en el puerto jaibo ha corrido la especie de que la señorita presidente municipal se queja y justifica ante neo panistas comandados por Daniel Heredia niño y Luicirene Alzaga que las declaraciones  que favorecen a el candidato del PRI Enrique Peña Nieto se deben a las presiones de la capital del estado sin especificar exactamente quién, pero aludiendo al del tercer piso del palacio de gobierno del estado.

Definitivamente, algunos políticos hasta la pena pierden, inclusive, hasta a las mentiras llegan ¿no cree usted?

Muchas gracias y hasta pronto…

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