miércoles, 26 de septiembre de 2012

Alcaldes neófitos.


Decía el brillante político y escritor francés Edgar Faure, que no es suficiente combatir la ignorancia de los ignorantes. Es preciso también, y en primer lugar, combatir la ignorancia de los que saben muchas cosas, incluso de los que creen saberlo todo.

La mayoría de los alcaldes en Tamaulipas, viven en general, el presente con cierta ingenuidad; esto es, sin poder llegar a valorar exactamente su contenido mismo.

La mayoría de los alcaldes actuales, si no es que todos, se deben al gobierno anterior, al inhumano frívolo y corrupto gobierno de Eugenio Hernández Flores.

Él los seleccionó y apoyó en su momento, para efecto de alcanzar las alcaldías.

Es decir, nadie se debe al gobierno tamaulipeco actual, al Tamaulipas fuerte.

Y si no se deben al Tamaulipas fuerte, mucho menos tienen la más mínima gota de relevancia ante el nuevo gobierno priista de Enrique Peña Nieto. Del PRI que viene.

Y como en las antiguas escrituras. Si al menos uno se salvara… ya tendríamos un prospecto real para la sucesión en la gubernatura del estado, emanando desde una alcaldía. Pero no es así.

La mayoría de los alcaldes, ya adelantan su remedo de “reloj político”: “alcalde pone alcalde”. ¡Por favor!, que alguien les avise que  la mayoría de ellos desconoce el oficio de la política, que son figuras hechas al vapor.

La efervescencia política en los municipios, se ha desbordado y existe una gran pasarela de aspirantes ingenuos o cegados por su misma ignorancia, que ridículamente se autonombran precandidatos. Esta efervescencia, la han alentado y alimentado en su ensueño de que: “alcalde pone alcalde”, los mismos alcaldes.

La cosa, a opinión de analistas muy picudos, nacionales y estatales, no es así. Nunca lo ha sido.

Queda claro a los conocedores y observadores del manejo del sistema político nacional que los mejores aliados del presidente de la república son los gobernadores, al igual que los alcaldes a su vez son los mejores aliados del gobernador.

El gobernador Egidio Torre Cantú, además de su investidura, tiene la preparación y el nivel para tocar asuntos relevantes con el nuevo gobierno federal, a diferencia de algunos alcaldes que desconocen de los hilos del poder, son románticos, ignorantes, soberbios o simplemente son neófitos.

Cuando las manecillas del reloj del presidente electo, licenciado Enrique Peña Nieto marquen las 00:01 del día uno de diciembre del presente año, el ridículo y defectuoso “reloj político” de los alcaldes quedará doblemente amorfo. Como siempre lo fue.

Y es que algunos de ellos todavía están seriamente vinculados a los intereses e inversiones del gobierno anterior, del inhumano, frívolo y corrupto Eugenio Hernández y secuaces.

De quien se presume, fue el que tanto daño le hizo a Enrique Peña Nieto en la elección pasada, instrumentando todo lo que fue el asunto de soriana-gate y monex-gate, quedando en una posición incomoda ante el próximo presidente.

Y parafraseando a Carlos Salinas de Gortari les decimos: “alcaldes, no se hagan bolas”, el gobernador seguirá mandando galleta.

Muchas gracias y hasta pronto…

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