lunes, 17 de septiembre de 2012

El torvo Pedro Carrillo.




No existe la menor duda en que el gobernador del estado Ing. Egidio Torre Cantú, se ha ganado ya, el cariño de la gente.

 Y esto se dejo ver ante miles de entusiastas personas congregadas en los jardines del Parque Juárez y en calles y avenidas adyacentes, el Gobernador Egidio Torre Cantú encabezó la ceremonia del 202 aniversario del Grito de Independencia. Acompañado de su esposa María del Pilar González de Torre, de sus hijos, de su padre Egidio Torre López y de los presidentes del Poder Legislativo y Judicial de Tamaulipas.

El saldo de los festejos en todo el estado fue blanco. La seguridad que se les proporcionó a los ciudadanos para su asistencia a los festejos patrios, fue de lo mejor de los últimos eventos al aire libre. Los eventos estuvieron blindados.

De la misma manera el mandatario estatal encabezó este domingo 16 de septiembre los festejos patrios con un homenaje a los Héroes de la Nación en el monumento que se ubica en el 22 Hidalgo de esta ciudad capital, así como un desfile cívico-militar en el que participaron estudiantes, militares y elementos de otras corporaciones.

Torre Cantú dijo que los tamaulipecos comprendemos la historia nacional como una gran lección que nos enseña a amar a nuestro país, que nos enseña a trabajar por lo que queremos.

“Aquí en Tamaulipas hemos sido protagonistas de las luchas históricas que han definido y dado rostro a nuestra nación. Proclamamos la independencia y luchamos por ella”.

Se respiró en el sur de Tamaulipas, un poco más de tranquilidad en las fiestas de este año. Seguramente, excepto casos aislados, la situación mejorara en todos los aspectos.


Carrillo: el torvo.

Era una calurosa noche de febrero del 2005. El whiskey  corría generosamente.

La cita para los funcionarios del ayuntamiento de Altamira fue en el establecimiento de un bar de “obligación” para visitar los fines de semana por los mismos, allá por los rumbos de la avenida universidad.

En el lugar se encontraban el presidente, su director de obras públicas y su tesorero entre otros “galantes invitados”.

Casi a media noche, hace presencia la torva y pequeña figura de Pedro Carrillo Estrada.

En ‘jeans y playerita’. Eran tiempos difíciles en la política para él.

-- Qué tal Pedro, ahora te atiendo.-

--Gracias, contestó.-

Me acerque a saludarlo y me dijo:

--Me gusta mucho cuando esta gente se excede, pues es aquí cuando se logran importantes cosas sin batallar y sacar buen provecho de los demás. —

A las pocas semanas, Pedro fue director de obras públicas en Altamira.

A Pedro no le importó lucrar con el legado político que le heredo su hermano, el inolvidable Sergio Carrillo-Ese si era un señorón, pues segundas partes nunca fueron buenas-.

Pedro quiere seguir siendo el único usufructuario del apellido que posicionó su hermano Sergio en el puerto; al grado de que se ha convertido en el principal promotor de una campaña de desprestigio en contra de su propia sobrina, la carismática y joven diputada, Griselda Carrillo hija de Sergio.

Según fuentes de suma confiabilidad, el embate, el asalto por la ambición y hambre desmedida del poder por parte del equipo de Pedro Carrillo va en serio, desde la entraña.

Es una consigna en contra de su propia sangre.

Consigna del insociable y hosco. El torvo Pedro Carrillo.

Muchas gracias y hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario